Mi concepción filosófica actual

Nimio de Anquín

Mi concepción filosófica actual, es poco más o menos la siguiente:

La filosofía en su expresión cabal es la metafísica. La metafísica  es el saber del Ser. El Ser es en y por sí y no por otro, pues si fuese por otro sería creatura. El Ser es eterno y necesariamente inmanente: no hay Ser trascendente. El Ser inmanente es metafísico. El ser-Dios trascendente es teológico. El Ser inmanente no puede ser nunca trascendente. El ser-Dios trascendente nunca puede ser inmanente.

La manifestación del Ser son los entes, que son generados en la inmanencia. La manifestación de Dios creador omnipotente, son las creaturas, creadas desde la Nada, pero no generadas.

La manifestación del Ser en los entes es eterna y excluye radicalmente la Nada. La manifestación de Dios creador omnipotente es contingente e incluye necesariamente la Nada.

La Nada, principio pero no concepto, es el gran Irracional que separa la metafísica de la teología. La Nada es sub-ontológica y no debe confundirse con el no-Ser que es lógico.

El Ser es el Proto-inteligibile. El ser-Dios es la tiniebla impenetrable.

El ente es inteligible. La creatura es ininteligible.

El ente es una manifestación del Ser, o una emersión. Es el Ser-Uno como múltiple o es la faz múltiplo del Uno.

Si no hay Uno no habrá múltiple, pues siempre hay algo que es múltiple: la multiplicidad en sí no es inteligible, pues destruye el pensar: pensar lo múltiple en sí no es inteligible, pues destruye el pensar. Pensar lo múltiple en sí es pensar lo infinito o sea no es pensar, pues lo infinito en sí no es pensable.

Pero si no hay múltiple no habrá Uno, pues lo uno es de algo que es múltiple y que es reducido a la unidad. Si no es así, el Uno ¿de qué será uno? Pues el uno en sí, sin algo que es múltiple reducido a la unidad, es vacío.

El Uno siempre es múltiple: el Uno sin la Multiplicidad es la soledad estéril.

Lo Múltiple sin el Uno es el infinito loco.

El Uno-Múltiple es el Ser.

El Ser es uno-múltiple.

El Ser tiene prioridad de naturaleza.

El Ser y lo Uno-Múltiple son simultáneos.

El Ser es eterno. Lo Uno-Múltiple es eterno.

Los entes son lo Múltiple, pero los entes sin el Uno se pierden en la locura del infinito, o sea de la multiplicidad sin freno. Por ello el Uno es participado al ente que se salva, así, de la fuga al infinito.

La generación de los entes es regulado por el Uno. El Uno genera la multiplicidad de los entes. La multiplicidad es proyectada desde el Ser-Uno.

La generación excluye radicalmente la creación.

El Ser-Uno-Múltiple no solamente no necesita crear, sino que no puede crear. Es un Ser absolutamente sin Nada: es puro Ser, es absoluto Ser, es todo Ser. Y por ello es Ser múltiple: es todo.

La creación metafísicamente no solamente no es necesaria, sino que es imposible.

La creación teológicamente es posible y por ello no es necesaria.

Pero la posibilidad no es un concepto sino un principio, pues no hay posibilidad sin Nada, es decir, sin el gran irracional.

La posibilidad no es filosófica, sino teológica. No confundir posibilidad con potencia. La potencia en su ínfimo ser es siempre acto, pues sería contradictorio que fuese nada: ex nihilo nihil fit. Por ello, los entes son potencia o acto (más o menos acto). Yo como ente soy generado, pero no creado; como creatura soy creado desde la Nada, pero no generado desde el Ser.

Estas son las premisas de las cuales procede todo mi pensar filosófico actual, deducido rigurosamente. Aspiro a una modesta propiedad de estas ideas, fruto de una sostenida reflexión.

Nimio de Anquín

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